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Enfoque global en el tratamiento de las Disfunciones Temporomandibulares

INTRODUCCIÓN

La articulación temporomandibular (ATM) es una articulación poco conocida dentro del ámbito de la Fisioterapia y Rehabilitación, tanto en su anatomía como en su biomecánica; en comparación con otras articulaciones del cuerpo.

La ATM es una articulación que establece una conexión perfecta y en delicada armonía entre la mandíbula y el cráneo. En ella se van a articular el cóndilo de la mandíbula con la fosa articular del hueso temporal, en la base del cráneo. Son dos articulaciones simétricas, una en el lado derecho y otra en el lado izquierdo del cráneo, que permiten hacer movimientos de abertura/cierre de la boca, desplazamientos laterales y anteroposteriores. Siendo fundamental para un gran número de actividades como la alimentación, fonación, masticación, respiración, expresión facial, …

Su correcto funcionamiento no va a depender de ellas dos solas, sino que intervienen un conjunto de músculos, ligamentos, componentes nerviosos, pero su mayor dependencia va a ser la oclusión dental, es decir, la relación existente entre las piezas dentarias superiores e inferiores al cerrar la boca.

La disfunción temporomandibular (DTM) se va a presentar cuando una, o ambas ATM no funcionen de forma correcta y coordinada, ya sea por motivos propios de la articulación (la propia articulación, musculatura masticatoria), o por tensiones adyacentes a las mismas. Como síntomas principales de la DTM tenemos: dolor y aumento de la sensibilidad en la región temporomandibular (es la causa más importante de dolor no dental en la región orofacial), dolor facial difuso, limitación y/o asimetría en la abertura de la boca y sensación de bloqueo en sus movimientos, ruido articular, zumbido de oídos, dolor facial, craneocervical, cefaleas y afectación de la musculatura masticatoria, supra e infrahioidea. 1-2

DISFUNCIÓN TEMPOROMANDIBULAR

Como se ha descrito con anterioridad, la DTM se pone de manifiesto una mala coordinación en el movimiento de las ATM, dicha alteración puede deberse a dos factores principales, un problema muscular (sobre todo de la musculatura masticatoria), o por un problema articular (en relación al movimiento coordinado del cóndilo mandibular y el menisco presente).

El origen de dicho problema no está muy claro, pero se apunta a una vía multifactorial. Durante años se apostó por la mala oclusión dental como un posible origen de la DTM, pero se ha desechado al publicarse estudios que ponen de manifiesto que un tratamiento oclusal con férulas no mejora los síntomas de los pacientes 7,8.

Dentro de los factores desencadenantes podemos tener microtraumatismos, macrotraumatismos, anormalidades del disco articular y de las superficies articulares, hábitos parafuncionales como el bruxismo, ansiedad, estrés, y otras situaciones que puedan provocar inflamación, daño capsular, dolor o espasmo muscular (como morder objetos, masticación unilateral, abrir la boca de forma exagerada y prolongada, masticar chicle con regularidad, el tratamiento con órtesis dentales)48.

PROPUESTA DE UN TRATAMIENTO GLOBAL PARA LAS DTM.

En el tratamiento de las alteraciones craneomandibulares se deberá considerar la postura global del paciente y deberá estar basado en la correcta evaluación de la biomecánica corporal.

Las influencias posturales craneomandibulares se relacionan con la posición de la cabeza y de la mandíbula, la oclusión y la dinámica mandibular, además de con alteraciones podálicas.

En el mantenimiento de la postura intervienen diferentes sistemas como el oclusal, el aparato vestibular, la propiocepción plantar y el estomatognático.

La mayoría de las investigaciones establecen algún tipo de correlación entre el tipo de oclusión, la existencia de síntomas a nivel de las ATM y el desequilibrio postural.

Lo que si nos debería quedar claro, es que toda propuesta de tratamiento de las DTM, debería tener un tratamiento postural, en el que se incluyera una normalización de la pelvis por las posibles dismetrías funcionales o anatómicas de los MMII, una corrección de la charnela occipito-atlo-axoidea;

asociado con una serie de técnicas específicas para las ATM para restablecer su correcta biomecánica y normalizar el tono de toda la musculatura masticatoria; consiguiendo una mejoría de los síntomas iníciales de la DTM.

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Lo descrito anteriormente es parte de un articulo publicado por Diego Hernández Jimenez en Efisioterapia.net.

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